Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
Agustina con su tía.
Agustina con su tía.
Agustina con su tía.
Agustina Galli, sobrina de la profesora asesinada María Teresa Galli, eligió la red social Facebook para pronunciarse por los que su familia ha tenido que vivir en las últimas horas. Pero lo hizo, fundamentalmente, para elevar su pedido de justicia y dar un paso hacia adelante.

“Los ciudadanos demandamos justicia por Teresita Galli”, es el título de la carta abierta que ha sido difundida por distintas vías y ha llegado incluso a dirigentes de la ciudad. Con fecha de este 1 de julio de 2020, dice: “La investigación aún está en proceso, y esperamos confiados en los servicios de estos funcionarios que encontraran a los culpables”.

Y en uno de los párrafos más salientes, escribió lo siguiente: “Demandemos a jueces y políticos que cumplan su deber. No callemos más, por favor. Unidos, tomemos las riendas de nuestro destino. No sigamos por el camino de la decadencia, eso es lo que quería cambiar mi tía Tere siendo una ejemplar profesora. No nos conformemos más”. A continuación, El Entre Ríos reproduce el texto de la carta firmada por Agustina Galli:

Los ciudadanos de Concordia, invitando a que se nos unan en la causa todos los ciudadanos libres y honrados de la Argentina, entablamos un fervoroso pedido al sistema judicial para que hagan justicia por el asesinato de Maria Teresa Galli. ¿Dejaran una vez más frustradas nuestras esperanzas en el poder establecido por la Constitución Nacional para proteger a los inocentes, juzgando y condenando a los que violan la ley?

El lunes 29 de junio por la mañana, mientras desayunaba en su casa, Teresita fue asaltada y asesinada. La investigación aún está en proceso, y esperamos confiados en los servicios de estos funcionarios que encontraran a los culpables.

En 1984, el Congreso nacional sancionó la ley 23.054 que aprobó la Convención Americana sobre Derechos Humanos, consecuentemente en Argentina “toda persona tiene derecho a que se respete su vida, este derecho estará protegido por la ley (...). Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente.” Sin embargo, los asesinatos de indefensos y la impunidad de los cometedores son moneda corriente en todo el país. Estamos conscientes de ello, pero la pregunta es: ¿Hasta cuándo elegiremos seguir viviendo de esta manera? No podemos permitir que se siga repitiendo la misma historia. Miles de familiares y amigos llorando una muerte injusta, el sistema judicial dejando libres a los delincuentes que vuelven a delinquir. Y nuevos sufrimientos y sentimientos de tristeza e impotencia. Los que aplican la ley deben proteger al ciudadano inocente. El poder judicial es el encargado de la “acusación, juicio y castigo conforme a las leyes”. El pueblo está harto de la impunidad. Deseamos que no sean más libres los delincuentes que los ciudadanos honestos.

Si los ciudadanos de la República queremos que se haga justicia por Teresita Galli y por todas las víctimas de la inseguridad, tenemos que actuar. ¡Alcen la voz, compatriotas! Somos más de los que parecemos, solo que estamos callados, apabullados. ¿Acaso nos da vergüenza ser honrados? ¿Acaso nos da pereza luchar por un país como Dios manda? Compatriotas, unámonos, no somos pocos. Todavía estamos a tiempo para salvarnos, luchemos codo a codo por la justicia. Y aunque comencemos siendo 10 en los 44,5 millones, si nuestra causa es justa caminemos con la conciencia tranquila, sabiendo que hacemos nuestro deber. Y si luchamos por la justicia, triunfará al fin. Y hagamos caso de las palabras de nuestro libertador, el gran José de San Martín: “Hace más ruido un hombre gritando que 100 mil que están callados”. Demandemos a jueces y políticos que cumplan su deber. No callemos más, por favor. Unidos, tomemos las riendas de nuestro destino. No sigamos por el camino de la decadencia, eso es lo que quería cambiar mi tía Tere siendo una ejemplar profesora. No nos conformemos más.

En el himno todavía cantamos “libertad, libertad, libertad”, hoy nuestro heroísmo se probará en exigir con vehemencia y constancia: JUSTICIA, JUSTICIA, JUSTICIA.

Agustina Galli.
Fuente: El Entre Ríos.

Enviá tu comentario