“Yo creo que empecé a militar casi sin darme cuenta, en una época muy difícil de nuestro país, cuando todavía estábamos en un gobierno militar y se empezaba a hablar de reconstruir los partidos políticos”, dijo.
Luego relató: “Mi papá había sido detenido por participar en política, por defender a personas que estaban privadas de su libertad solamente por pensar diferente”.
“La Unión Cívica Radical empezó a ordenarse; se hacían reuniones de muy poca gente y la manera de que no los pararan en la ruta era viajar con sus hijos chicos. Entonces, en algunos de esos casos me tocaba a mí”, continuó la legisladora. Esas reuniones —dijo— eran en la casa de César “Chacho” Jaroslavsky en Victoria, donde estaban presentes dirigentes como Sergio Montiel y Raúl Alfonsín.
“Nuestra función era sentarnos en la vereda, tomar mate, mirar y avisar cuando pasaba la Policía por la esquina o por la puerta”, contó.
Al referirse a la próxima conmemoración del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, manifestó: “Para mí el 24 de marzo es un punto de inflexión para la Argentina. No tenemos que quedarnos solamente en esa época, pero sí tenemos que tener en claro que esto no puede volver a pasar”.
“No quiero ser autorreferencial, pero las cuestiones que me fueron pasando en mi niñez, dejaron una marca. Todavía tengo presente el recuerdo de estar sentada en un silloncito de mi casa cuando entraron a hacer un allanamiento y se lo llevaron a mi papá. No sabíamos dónde estaba, no encontrábamos quién nos dijera dónde lo podíamos buscar”, rememoró.
José Luis Lena, el padre de la diputada, fue luego senador provincial por el Departamento Federación, electo en los comicios de 1983, cuando el país recuperó la democracia. En ese rol, presidió la Comisión Bicameral de Derechos Humanos y logró descubrir y reconocer los centros clandestinos de detención de Concordia y Paraná donde había estado detenido.
