Por estos días, con el plantel y el cuerpo técnico licenciados, la dirigencia encabezada por Víctor Blanco evalúa las altas y bajas que ofrecerá este mercado de pases. El objetivo principal es achicar el largo plantel y conseguir dos o tres refuerzos de jerarquía en puestos específicos.
En la nómina de futbolistas que muy posiblemente emigren de la “Academia” en este invierno se encuentran dos futbolistas oriundos de Entre Ríos que han sido muy poco tenido en cuenta por Pizzi: Nicolás Reniero y Tiago Banega.
El delantero surgido de San Lorenzo –donde fue dirigido por este entrenador- arrancó estando en la consideración, pero rápidamente perdió su lugar a causa de sus bajos rendimientos y una pubalgia que nunca le permitió estar al 100% desde lo físico. Sin el rodaje que pretende un jugador de 26 años, el de Villa del Rosario que llegó a Racing a mediados de 2019, podría emigrar a préstamo o definitivo si una oferta tentadora llega a Avellaneda. Entre los primeros interesados figura Estudiantes de La Plata, club en el que juegan Federico González, Mauro Díaz y Leonel González.
La situación del mediocampista de Primero de Mayo (Concepción del Uruguay) es similar desde lo futbolístico pero su salida sólo se dará a préstamo con el objetivo de sumar partidos. Banega, de 21 años, debutó en 2020 con Sebastián Beccacece y hasta se dio el gusto de anotar 3 goles, uno de ellos por Copa Libertadores. Sin embargo con Pizzi perdió terreno y esto llevaría a que sea cedido por una temporada. El ex DEPRO, que firmó contrato hasta 2023 con una alta cláusula de rescisión, suena en Arsenal de Sarandí y Patronato de Paraná.
Totalmente distinta es la situación de Tomás Chancalay, goleador del ciclo Pizzi, a quien la dirigencia le comprará parte o la totalidad del pase producto de su buena prestación en su primer semestre en el club. La “Academia” tiene tiempo hasta fin de año para hacer uso de la opción de compra fijada por Colón de Santa Fe.
