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Dolor por la repentina muerte de la médica Analía Fernández (49). Una vez sepultados sus restos en el cementerio de Villa Elisa (Departamento Colón), su memoria fue objeto de una conmovedora demostración popular. Era titular de un centro médico particular y se había desempeñado como encargada de un hogar de ancianos público, donde se animó a denunciar presuntos cobros irregulares de la administración. El Hospital San Roque fue el punto de partida de una marcha que se extendió a lo largo de unas 15 cuadras, sumando personas en distintos tramos del recorrido: colegas, pacientes, amigos, vecinos y su hijo, que encabezaba la multitud con una flor para su madre. Cada uno tenía una historia, un agradecimiento, algo para decirle.

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La vivienda ubicada junto a su consultorio se vio rodeada por quienes se habían concentrado allí, con el único propósito de homenajear a la doctora Fernández. En la reja habían colocado una gigantografía suya y fijado una nota de agradecimiento –firmada por “tu gente, tu pueblo”– que rezaba lo siguiente: “Tus valores son tu gran legado”. Cada globo blanco que había sido prendido a la reja de la casa representaba un valor de Analía. Así se fueron soltando, uno a uno, “transparencia”, “honestidad”, “compromiso”, entre otros, hasta que llegó el turno del valor “amor”, el elegido por su hijo Matías.
Último adiós a la médica Analía Fernández
Un aplauso cerrado de los presentes coronó la reproducción de “Imagine”, la mítica canción de John Lennon, que ella había pedido para su despedida, cuya traducción al castellano fue compartida en el lugar:

Imagina que no existe el cielo
ningún lugar donde llegar
tampoco abajo un infierno
tan solo existe este lugar

Imagínate a todo el mundo
viviendo en el hoy

Imagínate sin fronteras
no es tan difícil de pensar
no habría razón para la guerra
ni religiones para rezar

Imagínate a todo el mundo
viviendo en paz

Piensas que yo soy un loco
pero somos muchos más
si te unes a nosotros
algún día este mundo cambiará

Imagínate que nada es tuyo
sería hermoso de lograr
sin codiciosos, sin hambrientos
tan solo una fraternidad
Imagínate a todo el mundo
compartiendo el pan

Piensas que yo soy un loco
pero somos muchos más
si te unes a nosotros
algún día este mundo cambiará
Fuente: El Entre Ríos

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