Allá por el mes de diciembre de 2021, cuando la extensión de la costanera había sido licitada pero los trabajos aún no habían comenzado, integrantes de la Comisión de la Asociación Civil Acción Vecinal Concordia, que nuclea a vecinos de playa Nebel, tuvieron un encuentro con funcionarios del Ministerio de Planificación de Entre Ríos y del municipio, en instalaciones del Centro de Convenciones Concordia. ¿Resultado? Se les prometió la convocatoria inmediata a una audiencia pública, en la que los detalles de la futura obra serían explicados ante los vecinos. Pero pasó el tiempo, los trabajos comenzaron, miles de metros cúbicos de tierra fueron removidos, y ya hay cientos de metros de pavimento, pero la prometida audiencia pública jamás se hizo. Es más, hoy por hoy ya está pavimentada calle Coldaroli hasta el río, hay tramos de cemento en la zona costera, también en San Lorenzo y el río. Es decir, la “Costanera Nebel” está en avanzado estado de construcción. ¿Y la audiencia pública? Nada.
Pero el malestar que provocó en los vecinos esta promesa incumplida se acrecentó mucho más cuando en los últimos días tomó estado público una convocatoria oficial a la ciudadanía de Concordia a expresarse sobre la obra, apelando a un libro de actas. Este tardío llamado, cuando ya está la costanera a medio hacer, provocó asombro, desconcierto e incluso indignación, porque se lo interpretó como una verdadera burla. Es que al gesto lo asemejaron a quien se mete en una casa de prepo y, cuando ya está en la cocina, pregunta si puede pasar.
Es por ello que la Asociación Civil Acción Vecinal Concordia pegó en el libro de actas un duro comunicado en el no disimulan el malestar. “Con la obra en avanzado estado de construcción (…) citan a la ciudadanía a expresarse por escrito en un libro de actas sin explicar qué grado de compromiso y efecto generarán estos comentarios”, expresa la entidad, no sin antes reprochar a las autoridades la engañosa promesa de la audiencia pública nunca realizada.
En el párrafo final del comunicado que adjuntaron al “libro de actas” se lee: la obra “fue proyectada y ejecutada sin consulta alguna a los vecinos más afectados, de cuyas consecuencias y falta de consenso es que dejamos constancia y a salvo la posibilidad de señalar e identificar a todos los que omitieron el compromiso de informar debida y temporalmente a nuestro barrio”.
