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El letrado dijo "tener acreditado todo" aunque reconoció los inconvenientes que se suscitan porque "estamos ante la figura de "dolo eventual". Vale decir, una zona gris de la práctica jurídica que navega entre "el dolo directo, o la intención", y "la culpa".
"Es algo atípico, donde la culpa del agente de policía es tan grave, que casi alcanza el dolo directo", sintetizó el abogado. Con todo, se eleva la pena a la que pudiera someterse al responsable del disparo, equiparándola con la de homicidio simple: entre 8 y 25 años de prisión.
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Para Jaúregui, el oficial de policía José Chapay debía "haber previsto que el manipular el arma reglamentaria podría haber generado este daño, y no lo hizo".
Lo que viene
Ante todo esto, "si nosotros vamos por el dolo directo, corremos el riesgo que sea establecida la culpa y pueda quedar condenado pero en libertad", expresó el letrado. Por lo que la estrategia será analizar "si arribamos a un juicio abreviado, con una pena de culpa grave, de prisión efectiva".
En resumen, se buscará que "el mínimo de la pena sea de 5 años", remató el profesional.
