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En la semana de la lactancia materna, el especialista en Neonatología, Víctor Aracama, tiene la respuesta. "A mí el Ministerio de la Provincia de Entre Ríos me ha dado el título de especialista en Neonatología y experto en lactancia materna. Yo no veo mucho resfrío, porque la leche de madre es tan buena, es tan espectacular alimento que no permite que los chicos de 30 días se enfermen de bronquiolitis, de infecciones respiratorias y mucho menos de diarrea", especificó.

Ese ya es un punto de partida para considerar la importancia de la lactancia materna, pero no es el único beneficio que aporta. "La lactancia materna tiene muchísimas ventajas, les podría enumerar un montón", indicó el concordiense y aclaró que son "no solo para el recién nacido, sino también para su madre. A la lactancia la podemos clasificar en buena, muy buena, excelente y óptima. Es buena cuando el recién nacido es amamantado por su madre durante 3 meses; muy buena, cuando es amamantado 6 meses; óptima, cuando es amamantado 9 meses y excelente, cuando es amamantado durante el primer año de vida", detalló Aracama, quien hace 31 años que trabajo con recién nacidos y con sus madres.

El médico explicó que la semana internacional de la lactancia materna, a partir del año 1992, se festeja en 120 países del mundo, en distintas fechas. Nosotros la festejamos a partir del 1° de agosto, hasta el 7.

Aracama compartió su propia experiencia para ejemplificar la importancia de la lactancia materna. "Nosotros tenemos una hija. Mi esposa la amamantó 1 año y 10 meses y no se enfermó nunca de diarrea, tuvo poquitas infecciones respiratorias, que no fueron tampoco muy graves", comentó y resaltó que "la lactancia materna protege también a la mamá de cáncer de mama, de ovario, de cuello de útero, de diabetes tipo 2, de hipertensión arterial, de obesidad, es decir, un sinfín de ventajas".
Así responden las madres
"Nosotros somos el único hospital de la provincia de Entre Ríos y te diría de muchas provincias de la Argentina, que tenemos un sitio físico que se llama Alta Conjunta. Trabajamos con una licenciada en obstetricia, que es Cintia Benítez; yo les doy clases a las parturientas, del primero y segundo día, de lactancia materna y de cuidado del recién nacido", dijo Aracama refiriéndose al trabajo que realizan en ese consultorio del hospital Masvernat.

"En esas charlas, que afortunadamente tenemos, podemos enseñarles sobre todo a las mamás primerizas. En estos tiempos hay un altísimo índice de madres adolescentes y primerizas jovencitas, aprovechamos la oportunidad para que nos pregunten lo que quieran y si no lo hacen porque son tímidas, les enseñamos nosotros", comentó en diálogo con el programa Club de Amigos, de Oíd Mortales Radio.

"Nosotros somos puericultores, osea, cultivadores de la vida. Les enseñamos pautas de higiene, cómo se higieniza el cordón, qué vestimentas deben usar, cómo son las posiciones correctas para amamantar. La gran mayoría no son analfabetas y saben leer así que les damos la oportunidad de leer los cartelitos que les ponemos", resaltó y agregó que "tenemos una relación constante en este sitio, que fue creado por mi hermana, que se llama Alta Conjunta y que es la envidia de otros hospitales, porque ni siquiera en el San Roque, de Paraná, que es un hospital materno infantil, lo tiene, enfatizó el especialista concordiense.

Explicó que "eso hace que tengamos un contacto permanente con madres que necesitan que las eduquemos. Pero les recordamos siempre a nuestras mamás concordienses que consulten en forma prenatal, antes del nacimiento, que consulten a su obstetra, que les ayuden a preparar sus pezones y sus aureolas para que tengan una lactancia exitosa, que les enseñen que los recién nacidos deben ser amamantados en la primera hora de vida".

"Nosotros nos jugamos todos los boletos en los primeros 30 días de vida. Si la lactancia materna es exitosa, seguramente no va a tener ningún problema y va a poder ser amamantado en los primeros 6 meses", resaltó.
¿Qué papel debe jugar el hombre?
"Yo siempre les digo a las mamás en las charlas, a las que están invitados todos los familiares, que lo único que un padre no puede hacer por un recién nacido es amamantarlo; pero puede jugar, puede acunarlo, puede acariciarlo, puede besarlo, puede tocarlo, puede cantarle, puede ayudar a mamá en las tareas del hogar, puede cocinar, puede planchar, puede hacer todo", concluyó Aracama, rescatando la importancia que tiene el hombre en este proceso.
Fuente: El Entre Ríos

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