A todo el mal momento y terrible dolor, a la familia se le sumaron los gastos propios de esta situación: el traslado y el ataúd de la pequeña, que asciende a un total de $14.000, al que no pueden hacer frente.
La joven madre tomó la iniciativa de vender masas dulces el viernes pasado (pastafrolas a $ 90 y pasteles a $ 80 la docena), con el objetivo de reunir fondos y cumplir con los pagos.