Y entonces describió, en diálogo con El Entre Ríos, lo que pasa en la actual temporada estival: “hay picos de asistencia pero son menos sostenidas. O sea, por ahí vienen todos y se completan las mesas pero luego se van y no llega esa segunda o tercera tanda de gente”.
Agregó otros detalles del comportamiento actual de los clientes: “los que vienen, por ahí, permanecen menos tiempo. Están un rato, toman 2 o a lo sumo 3 pintas y se van. Antes permanecían por más horas”, dijo y añadió: “no hay días tan fuertes como otros veranos donde, en el local con patio, explotaba de gente”.
Respecto a las nuevas restricciones se limitó a decir que “está bien” y destacó los protocolos que siguen cumpliéndose en su local (mesas acotadas en cantidad de sillas, alcohol en gel, uso de barbijo para circular y una planilla donde los concurrentes vuelcan sus datos).
“No disgustó tanto la medida con la nueva restricción, sí molesta que frente a las libertades que se fueron concediendo, la ciudadanía en general y sobre todo la juventud no supo respetarlas”, reflexionó Hernán Casanovas, kiosquero de la ciudad, uno de los referentes del sector que agrupa a los kioscos, drugstore y afines.
Insistió luego con que “el sector tomó bien la medida” que entró en vigencia desde la 0 hora de este jueves 7 de enero. “Se realizó equitativamente para todos los sectores”, destacó y aclaró que “si estamos muy disgustados por la irresponsabilidad de gran parte de la ciudadanía que creyó que ya todo había pasado y que estaba todo bien. Asimismo, en muchos lugares no se respetaban las medidas sanitarias, cervecerías sobrepobladas, en el municipio pocos usaban barbijo, etc”, describió.
Remarcó, luego para El Entre Ríos, la necesidad de seguir respetando recomendaciones básicas en pos de cuidar y cuidarse. Y reiteró: “Se ha concedido una libertad que no se ha sabido aprovechar. No se ha sabido respetar los protocolos”.
