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Ya lo contábamos en la nota publicada en 2016 en estas mismas páginas: “una empresa con dudosos antecedentes como Grandes Máquinas S.A. de la familia de Ricardo Senor e hijo; y un préstamo millonario por parte del Gobierno provincial que jamás fue devuelto. Fin de la trama”.
Esta causa estuvo a punto de quedar clausurada para siempre. El juez Carlos Ríos dictó el sobreseimiento de todos los imputados la semana pasada, librando de toda responsabilidad tanto a los cuatro empresarios involucrados como a los cuatro funcionarios provinciales. Sin embargo, el fiscal que investiga el caso, Pablo Zoff, apeló la decisión y abrió una instancia de revisión que permitirá revisar el fallo judicial y, especialmente, el cúmulo de pruebas que apoyan la hipótesis de una estafa al erario público. Concepción del Uruguay fue el escenario en que transcurrió esta parodia de una estafa anunciada.
Un arribo fastuoso
En 2010 un grupo de empresarios desembarcaron en Concepción del Uruguay con la promesa de convertir a la ciudad en un polo de producción de maquinaria agrícola con las fastuosas cosechadoras que presentaron a poco de su llegada. Con un fuerte aval oficial del entonces gobernador Sergio Urribarri, los empresarios Ricardo Senor padre y Ricardo Senor hijo no tuvieron mucha dilación en acceder a un crédito del Gobierno entrerriano para financiar la aventura. Roberto Schunk, entonces MInistro de la Producción, fue el impulsor acompañado a nivel local por el entonces Senador Carlos Schepens y quien ocupaba la Dirección de Producción Municipal, el contador Oscar Colombo. Pero en poco tiempo, se supo que la empresa carecía de una planta de producción, que el galpón cedido en el Puerto local apenas contenía algunas herramientas, que el prototipo de cosechadora nunca funcionó y que los cheques con los que cancelaban pago de servicios y contrataciones no tenían fondos. Fue entonces que muchos se anoticiaron que se trataba de una estafa organizada.
Una estafa organizada
La denuncia inicial se realizó a pocas semanas del acto de presentación en sociedad que realizó el Gobernador Sergio Urribarri en Casa Rosada cuando hizo subir a la máquina cosechadora a la entonces Presidenta Cristina Fernández. Después vendría el viaje a Angola en la supuesta misión comercial liderada por Guillermo Moreno; la denuncia de Telenoche Investiga mostrando que la máquina no funcionaba; y la andanada de cheques sin fondos que muchos uruguayenses aún conservan sin poder cobrar.

El fiscal de la causa, Pablo Zoff, dialogó con Radio Franca esta semana y logró precisar cuáles son los mecanismos que invitan a pensar que se trató de una estafa organizada. La empresa “Grandes Máquinas S.A.” aportó el nombre de tres firmas como aval para el crédito. El Fiscal señala que dos de las tres firmas aseguraron ante la justicia no tener relación con los empresarios. La tercera empresa que aparecía como aval aún no pudo ser identificada, por lo que el fiscal sospecha que se trata de “una empresa fantasma”. Y no duda en afirmar que hay elementos que permiten sospechar que “se trató de un ardid para tomar dinero público”.
¿Sin responsables en la causa?
El Fondo de Inversiones (FinVer) del Gobierno entrerriano no tuvo reparos para entregar un primer crédito por USD 150.000 y otros dos créditos por unos $4 millones de pesos y un último aporte crediticio de $1.000.000. La empresa nunca devolvió ni un centavo al fisco entrerriano, y tuvo que ser el Instituto Provincial del Seguro (IAPSER) el que repuso el dinero. En septiembre de 2012 los empresarios iniciaron el concurso de acreedores y dejaron el tendal de deudas. En 2014 se decretó la quiebra.

Por estas maniobras, la causa tenía ocho imputados: Diego Valiero; Roberto Schunk; Teresita Mabel López; y Leandro Rodríguez entre los funcionarios. Y Ricardo Vicente Senor (padre); Ricardo Javier Senor (hijo); Sergio Eduardo Scravaglieri y Carlos Ariel Boll por parte de la empresa. Todos quedaron desvinculados de la causa con un sorpresivo fallo judicial de Carlos Rïos, quien dictó el sobreseimiento de todos los imputados la semana pasada. Ante la situación, el fiscal del caso Pablo Zoff apeló el fallo y ahora espera que el Tribunal se expida.
Grabado en la memoria
Concepción del Uruguay recuerda de forma especial esta aventura millonaria. En el medio de la rapiña de funcionarios y pseudo-empresarios quedaron trabajadores que no pudieron cobrar sus salarios, expectativas de empleo que jamás se concretaron y decenas de proveedores que nunca pudieron cobrar por sus servicios. A medida que la investigación periodística avanzaba, por aquellos días quedaba al desnudo la complicidad de la política y los funcionarios del Gobierno Provincial para con este grupo empresario que ya había gestado una maniobra similar en Formosa, donde montaron una pantomima con la cosechadora “Maag Mitos”. La llegada de Telenoche Investiga a Concepción del Uruguay permitió que todo un país se enterara de los detalles de la estafa que se estaba desarrollando, con momentos risueños como el relato del propietario del campo donde intentaron hacer funcionar la única cosechadora que tenían, y que apenas logró transitar unos 5 metros de distancia.

Se trata, como luego ocurrió con el desembarco de los empresarios del juego de NeoGame, de estafas a la comunidad avaladas por los funcionarios de turno. La ciudad receptora de esta maniobra tiene grabada en la memoria aquellos días y espera con ansias que, como pocas veces ocurre, la justicia entrerriana no deje caer el caso y dicte un fallo ejemplar que siente un verdadero precedente de castigo para el mal uso de los recursos públicos.
Fuente: El Entre Ríos

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