En gran medida por errar el blanco, y en lugar de luchar por la igualdad de género no hacerlo por alcanzar para todos la igualdad de trato.
Algo que entre tantas otras cosas también importantes, viene a querer decir que no haya ningún tipo de discriminación por sexo, o por género, como prefieran llamarlo.
Es que sus válidos reclamos, no pueden encararse como una guerra. En la que existan vencedores y vencidos, o siquiera la impresión de que las cosas son así.
Máxime cuando a las mujeres, como al mejor pintado de los varones, se les puede escapar la liebre.
Tal como sucedió en España, donde ninguna mujer forma parte de la sección de Derecho Penal de la Comisión General de Codificación encargada, precisamente estos días, de revisar los tipos de delitos sexuales en el Código Penal de ese país.
