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No sé por qué tengo la impresión que son muchos a los que pareciera que con los partidos por la Copa Libertadores se les acaba el mundo. Vamos, muchachos, no es cuestión de exagerar…

Después de los dos partidos ya jugados, el lunes que sigue la rutina volverá a ser la de siempre. Entre uno y otro partido, habrá una tensión creciente, las palabras y gestos intencionados subirán de volumen, pero no hay que tomar las cosas como si fueran un problema de vida o muerte, ya que solo se trata de juegos, y la adrenalina es mejor guardarla para más necesarias ocasiones.

Pero, siempre hay un pero, dicen que dentro de algunos grupúsculos de la “resistencia militante”, está en plena discusión si sirve o no para embardunar a Macri, hacer circular por esas redes sociales que si sirven para alimentar a los crédulos de noticias falsas, la información que en las oficinas de la Casa Rosada se está elaborando un plan para hacer que Boca se quede con la Copa.

Una idea que en apariencia suena bien, pero que si se la rumia como se debe, es una tontera ponerse a carburar alrededor del hecho, ya que Boca es, cuando mucho, un poco; cuán poco lo dejo librado al parecer de cada quién -un poco, lo repito y vuelvo a decir, menos que la mitad más uno-. Sin olvidarse que si se llegara a destapar que esa maniobra es posible y encima si termina siendo exitosa, va a llegar el voto castigo de la otra mitad más uno. Hay que darse cuenta que esta es una cosa seria, nada que ver con la misa en Luján de los Moyano.

Sea o no cierto lo que dije, de cualquier manera lo es que aquí ha encontrado el gobierno una nueva oportunidad para complicarse la vida.
No se trata de que Macri haya tratado a Gallardo de “culón”, aunque sea otro el calificativo que le cabe con las chiquilinadas que en los últimos días se ha mandado de creerse que está por encima de la ley, aunque sea cierto que a los de la Conmebol les falta totalmente autoridad para hacerse los finoli pero… el presidente es el presidente.

Sobre todo, cuando ha anunciado cosas que le sirven para tener más motivos para pedir perdón y retractarse, como ese anuncio de las “hinchadas unidas” que bien pudieron pedirle opinión a Angelici y a D´Onofrio, antes de meter la pata y tener que dar marcha atrás.

Lo mismo que pasa con eso de prohibir la celebración en el Obelisco de los triunfadores en ese duelo de titanes, para luego echarse atrás, sobre todo sabiendo que todos los días de semana ese lugar es zona liberada para toda clase de ocupas. Que les pregunten si no a los taxistas y los de Uber.

Me quedé pensando en eso de que Gallardo es un “culón”. Y me pregunto si de verdad Mauricio está convencido que es así. Porque de serlo, ¿qué puede llegar a pasar? (¡!). Mejor dejarlo ahí, como diría Bernardo Neustadt, tan olvidado el pobre…
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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