En esta nueva época donde la información fluye incontinente por redes sociales, portales de noticias y medios de comunicación como nunca antes, las "fake news" han encontrado un espacio preponderante. Uno podría definirlas como noticias que no son verdaderas y que se esparcen por obra y gracia de la gran telaraña de información que se creara a partir de la aparición de internet como si fueran reales. El objetivo principal de quien las crean y diseminan es el de manipular la opinión del público buscando obtener a cambio alguna suerte de beneficio.
En esta vorágine de información, la gran mayoría de los medios viven una lucha diaria para no caer en la trampa y a veces algunos la pierden. El caso que hoy nos ocupa está vinculado con un tema muy en boga, la aplicación de fitosanitarios, que algunos definen como agrotóxicos, y en particular a una circunstancia ya varias veces repetida en la zona de Perucho Verne, en San José.
Días atrás, el diario Uno se hizo eco precisamente de información decididamente falsa y se ocupó de darla a conocer a su público, concentrado en la costa del Paraná, bajo el link??https://m.unoentrerios.com.ar/la-provincia/en-san-jose-piden-que-paren-fumigar-n2507040.html.? Sin más trámite, sugirieron que se estaba fumigando -como lo deja traslucir el título del link- y que había gente que había tenido que recibir atención médica en consecuencia.
Como se puede ver, la nota -totalmente irresponsable- carece de todo rigor periodístico. Uno podrá decir que San José está en la costa del Uruguay y muy lejos de Paraná y que es muy difícil acceder a los pormenores de historias como esta, pero la realidad es que medios como el Uno y tantos otros de nuestra provincia se han acostumbrado a publicar estas historias con data muy pobre y con información no chequeada, sin agregar fuentes ni el más rudimentario análisis.
"Cortesía de las fake news, tanto Uno como otros medios de la provincia se han acostumbrado a publicar notas parciales, con información muy pobre -cuando no falsa-, y sin que haya sido debidamente verificada"
Diario Uno se remitió a escuchar una de las partes, fundamentalmente agitadores aficionados, sin tomarse el tiempo para entender una situación que es bastante más compleja que como ellas la plantean, y con un buen número de jugadores serios involucrados. El periodista a cargo, quiero creer que algún pasante bisoño que ni siquiera se preguntó si este tipo de aplicaciones de semejante magnitud se hacen en eta época del año, podría haber chequeado la veracidad del trascendido con la Municipalidad de San José o con los productores supuestamente involucrados. También con el Secretario provincial Martín Barbieri, si se hubieran tomado el trabajo de averiguar que la zona del hecho está atravesada por un arroyo que descarga en el Río Uruguay los desechos que lanza un frigorífico ubicado en pleno centro de la ciudad de San José.
Una situación, como muchas otras similares que se viven a diario a lo largo y a lo ancho de la provincia, donde una municipalidad ha decidido centrar su celo ambiental en un estricto monitoreo del aire, con la aprobación de? la Ordenanza Municipal 19/18 y el Decreto Municipal 44/2019? ha creado una suerte de bazooka con el que se intenta combatir un mosquito, mientras se desentiende del gran descalabro ecológico que significa la contaminación del mencionado arroyo, conocido como El Doctor. El municipio alega falta de jurisdicción y señala que es la inacción de la provincia lo que hace que la cuestión no se termine de resolver, con agua altamente contaminada y con olores fuertes que se perciben cientos de metros a la redonda.
Vecinos perjudicados, productores perjudicados -no solo los pecaneros-, todo un gran intríngulis del que mientras tanto se aprovechan grupos ambientales? para impulsar su agenda de la manera que sea, incluso diseminando información totalmente falsa como quedara demostrado a través de sucesivas inspecciones municipales. En esta ocasión diario Uno fue funcional a este grupo, seguramente más por indolencia y falta de oficio que con el ánimo de perjudicar a alguna de las partes. Por ende, Uno no hizo su trabajo como corresponde.
"Vivir casi exclusivamente de la pauta oficial ha vuelto a la mayoría de los? medios meras gacetillas de prensa desprovistas de todo rigor periodístico"
Por mucho tiempo, como suele sucederle a la gran mayoría de los medios en el interior del país, Uno de Paraná decidió ser oficialista para sobrevivir. Ha sido y tal vez siga siendo el más grande beneficiario de la pauta oficial proveniente administración provincial y del municipio de Paraná. Ha sido, por lo menos hasta ahora, más un negocio que un diario lo que explica esta manera -cuanto menos relajada- de contar las noticias. Paraná es una plaza en la que empresarios santafesinos varios han desembarcado en los medios no para hacer genuinamente periodismo sino para ganar plata. Y cuando se ha puesto complicado se han ido. Muchas veces dejando un tendal.
Diario Uno de Paraná, como parte de un grupo de medios que incluye radios y otros diarios, cambió de manos hace poco. Se fueron los empresarios mendocinos Daniel Vila y José Luis Manzano, conocidos aventureros en la industrias de telecomunicación y medios, y en su lugar llegó un grupo de empresarios santafesinos.
Los recién llegados, o por lo menos su cabeza, Nahuel Caputo, vinculado al diario El Litoral de Santa Fe y desde hace unos meses también a El Diario de Paraná, tienen experiencia en el rubro. En el caso de Caputo seguramente también le tenga cariño a la profesión y sepa que un medio vende sobre todo credibilidad. En la manera que se decidió contar este pequeño suceso han decidido ponerla en riesgo. Pero seamos optimistas y confiemos que quienes desde hace muy poco dirigen su línea editorial dejarán trabajar a sus periodistas en libertad pero a la vez exigiéndoles que la verdad sea contada de manera objetiva. Y que sean serios y profesionales.
Vivimos en la época de la posverdad. Esto es que precisamente que a esta? verdad objetiva se la distorsione de manera deliberada.? La posverdad parece especialmente diseñada para situaciones como estas, hechos donde lo que más importa son los sentimientos o las creencias personales y la verdad ocupa solo un lugar secundario. Todos, incluidos diario Uno, deberíamos aprender a sortear este engaño.
