“Resulta importante destacar la articulación público-privada en el abordaje de esta problemática, dando respuesta con premura ante la preocupación del sector productivo, ya que fue a través de una coordinación interinstitucional y el correspondiente trabajo de campo que se pudo realizar la tarea esperando contar con resultados satisfactorios”, remarcó Reniero quien estuvo presente durante los procedimientos.
En el informe de situación emitido por SENASA, y que FARER comparte en esencia, se marca la presencia tanto del gobierno provincial, a través de la Secretaría de Agricultura y Ganadería; del gobierno nacional con la participación de técnicos de SENASA e INTA; las organizaciones de productores, encabezadas por FECIER, CECNEA y APAMA; los profesionales de la agronomía, en la representación de AIANER Y CIPAF; otras entidades como FUCOFA, FARER, FAA y representantes municipales en la ejecución de los trabajos.
Por su parte, Colombatto destacó la labor “de FARER en su conjunto”, pero especialmente “en este caso fue fundamental lo realizado por la Rural de Chajarí, liderada por Héctor Reniero y con la inestimable tarea de Martín Rapetti para el combate de la plaga”, recalcó.
80% de mortandad
En otro orden, desde SENASA se agregó que las condiciones ambientales -esto es baja temperatura y lloviznas- favorecieron a que la manga de langosta permaneciera concentrada, lo que permitió que durante la jornada de este sábado se delimitara con mayor precisión el sitio donde se debían realizar las aplicaciones y se organizara toda la logística que dicha actividad conlleva.En tanto, este domingo se continuarán las tareas de monitoreo, se realizaron recorridas para evaluar la eficacia de las aplicaciones (la mortandad se estima en un 80 a 85%), se identificarán las zonas con presencia de langostas activas y se programarán nuevos controles en el caso que fuese requerido.
En este sentido, se pretende llevar tranquilidad a la comunidad agroproductiva y a la sociedad en su conjunto pues se realizaron las tareas en tiempo y forma, con los cuidados que las prácticas utilizadas requieren, de tal manera de cumplir con el objetivo propuesto: disminuir sustancialmente la densidad poblacional de la plaga.