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“Es una parte del año difícil estar entrenando con frío y acá en la ciudad llueve mucho también. Agarrando fuerzas para salir”, dice a modo de introducción en el inicio de la charla con 3200, el código del deporte.

Dylan Van de Hock es tan concordiense como el parque San Carlos, ubicado unos pocos metros al este de la pista de atletismo que es como una extensión más de su casa. Allí entrena todos los días, casi todo el año. Sus vacaciones son trotando, literalmente.

El 9 y 10 de julio representará a la Argentina en el Campeonato Sudamericano de Atletismo U20 que se desarrollará en Lima, Perú. Luego vendrá el Mundial de la misma categoría, al que ya está clasificado. Por si fuera poco, ya firmó la beca que una Universidad de Estados Unidos le concedió para estudiar y seguir desarrollándose como atleta.

Antes de todos esos desafíos, la entrevista que este viernes se estrenó en el canal de Youtube de @3200deportes y en El Entre Ríos:

-¿Nos encontramos en invierno, pero en qué etapa como atleta estás?
-Clasificado a los torneos que había preparado, a principio de año. Había como visto la manera de clasificar al Sudamericano U20 que tengo en pocos días (9 y 10 de julio) y el Campeonato Mundial U20. En marzo, en el Grand Prix hice la marca mínima para el mundial y ahora queda competir en el Sudamericano y cerrar la primera parte del año.
Dylan Van Der Hock - Atleta
-Primera parte que, desde los resultados, es positiva. Seguro en el balance ponés otras cosas y encontrás matices. No todo es blanco y negro.
-Sí, obviamente. Siempre tratamos de encontrarle la vuelta pero tenemos trabas como todo deportista.

-¿Qué hay detrás del atleta que hoy está acá hablando? ¿Cómo es el día a día de alguien que se dedica a una actividad deportiva que no es de las más populares del país?
-En una situación distinta a otros años, hoy un poco más tranquilo y creo que contento por lo que he logrado y estoy contento porque estoy cumpliendo los objetivos que me propuse. Este era el año que muchas veces repetí que iba a empezar a ver si seguía corriendo, me ponía a laburar o seguía con el estudio porque se pone muy difícil llevar las tres cosas juntas. O corrés, o dejás de correr y te ponés a trabajar.
Terminé bien la secundaria, tenía el pensamiento de que el atletismo iba de la mano con la secundaria y pude seguir unos años. Fue mi año sabático, ahora conseguí una beca para Estados Unidos, para poder viajar así que objetivo cumplido: voy a poder estirar unos años mi carrera deportiva. Me pone súper contento. Esperemos que salga.

-Estudiar, correr, competir en alto nivel. Se puede pero quizás, bueno, tenés que resignar algunas cosas como por ejemplo tu estadía en Concordia, en tu casa.
-Sí, claro. Estando acá, ya de por sí haciendo atletismo no estoy mucho en casa. Yo entreno 2 veces por día, 6 días a la semana. Mi día de descanso es el domingo, que entreno una vez al día nomás. Esto de la beca creo que me lleva más parejo y puedo llevar de la mano el estudio, la carrera que hay mucho roce internacional en el país y cumplir el sueño de poder estar estudiando.

-¿Confiás en que vale la pena el intento de irte al exterior?
-Bueno, como dice Azul Pedemonti (tenista de Concordia, radicada en Estados Unidos donde estudia y compite para la Universidad de Houston) hay mucho ida y vuelta en tus pensamientos cuando te ofrecen la beca: qué hago. Cuando se lo contaba un amigo o a un conocido: me ofrecieron una beca desde Estados Unidos, me dicen: ¿qué hacés acá?
Bueno, estoy dejando muchas cosas acá. Es mi ciudad. Yo siento que tengo todo acá para hacer el deporte. Faltaba el apoyo y esta posibilidad de ir a Estados Unidos me da el apoyo que necesito para seguir mi carrera deportiva. Me decidí y estoy contento.

-¿Elegiste la Universidad a la que irás o no está definido?
-Sí, ya firmé contrato hace unos meses.

-¿Ahí vas a estudiar y correr? ¿Qué carrera universitaria vas a hacer?
-Me parece que kinesiología. No estoy decidido todavía porque tengo un semestre más para estudiar el idioma, que me den un apoyo y la idea sería kinesiología o entrenador de atletismo.

-¿Te imaginas, en un futuro, volviendo a casa y transmitir esa experiencia y, por qué no, dar ese paso de que los chicos de Concordia y la región puedan explotar su talento deportivo, a la vez que puedan ir formándose académicamente?
-Sí creo que el gran paso ese hay que darlo. No estoy allá pero obviamente lo peor que puede pasar es volverte. Aprovechar esta oportunidad y ver con qué experiencia puedo venir a Concordia.

-Antes de esa oportunidad estaba este chico que se ve en pantalla, con su padre en la pista de tierra. ¿Quién era ese Dylan?
-El Dylan que no corría todavía, no practicaba el deporte. Venía a joder con papá.

-¿Cómo fue la primera experiencia acá en la pista de tierra? ¿Cómo fue el primer día?
Primero, a comparación de hoy, esto es un sueño. En ese momento no esperábamos tener esto. Ese día me acuerdo que quería correr con papá, quería seguirlo unas vueltas y terminé recontra mil ahogado.

-El primer día ya te puso una meta, había que correr una vuelta.
-Sí, papá siempre. Es fan del atletismo.

-¿Él es tu gran mentor?
-Sí, yo estaba corriendo provinciales. No sé si salí cuarto o quinto en un provincial y él ya me decía: en dos años podés hacer esta marca y podés clasificar al Sudamericano.

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-Te ponía techo alto.
-Él no me exigía nada pero me contaba porque es fanático. Me contaba: mirá este chico de Brasil, que es de tu edad, está corriendo en esto. Y después lo fui entendiendo.

-¿Si ves una foto completa de tu familia, qué pensás? ¿Qué es la familia de Dylan?
-Es la base, creo que mi casa es la base para lo que soy hoy. No sólo en lo deportivo, en casa me hincharon mucho también en la parte del estudio. Y también son los que me ayudaron a dar este gran paso con todos los consejos.

-¿Cuando das esos pasos y alcanzás un objetivo, lo disfrutás, se celebra, con quién?
-Yo estoy corriendo y ya estoy planeando lo que viene. Pero igualmente el disfrutar de tomarte un día o tomarte vacaciones de una semana. O sea, mis vacaciones de una semana son trotar todos los días y no hacer pasadas. Esa son vacaciones. Yo disfruto corriendo.

-¿Pocos días en el año no corrés?
-Sí, mi descanso es trotar tranqui, libre.

-En tu corta pero intensa carrera forjaste nuevas amistadas. ¿Distinguís a esos de los que están ocasionalmente a tu lado? ¿Se aprende?
-Sí, obviamente con todos los deportes es muy importante el círculo que te rodea. El círculo de amigos, familia, personas que sumen tener alrededor tuyo. He apartado muchas personas que restan. Tenés que d arte cuenta quién es y quién no es.

-¿Cómo manejar ese rol tan instagramer que tenés ahora?
-Estoy necesitando tips yo (risas). Está saliendo muy de adentro esto del influencer. Esto lo hablaba con otros compañero de atletismo que quién está en las buenas y quién en las malas, con un simple mensaje preguntando cómo estás.
Con los seguidores se nota mucho más el apoyo, conozcas o no a alguien que te manda mensajes. Subo una historia a Instagram y siento que lo estoy motivando a otro. También eso me suma para entrenar.

-¿Cómo es, en ese sentido, tu relación con Santiago Maratea? ¿Cómo fue esa experiencia de ser poco conocido en las redes a ser súper conocido?
-Yo lo vía de parte de él que tiene tantos seguidores, hace tanta cosa, junta para tantas causas. Lo sigo desde hace mucho, como desde 2016. Lo conocí en persona, es muy humilde y no se da cuenta lo que hace. Creo que todos no nos damos cuenta lo que hacemos. Si te das cuenta no sos la misma persona, no lograría lo mismo. -¿Y eso tratás de transmitir a los otros?
-Sí, siento el apoyo de tantos seguidores. Pero obviamente vos te quedás con los que siempre están, en las buenas y las malas. Me han llegado mensajes cuando clasifiqué al Mundial pero me llegaron 2 mensajes de apoyo por el Sudamericano donde salí octavo. Ahí me voy dando cuente quién es y quién no.

-¿Cuántos seguidores tenés ahora?
-Un poco más de 1000 mil.

-¿Y hace cosa de un mes, cuántos tenías?
-3 mil, 100 mil menos (risas).

-¿Eso abre puertas también para algún apoyo?
-Sí, no sé si económicamente tuve algo gracias a los seguidores pero sí apoyo con las zapas. Una empresa de Concordia me habló para conseguirme zapas, marcas de Buenos Aires te regalan pilchas por unas historias y obviamente recontra re mil suma porque como estamos hoy en el país está muy difícil conseguir todo.

-Un mensaje final a los más jóvenes.
-Más allá que 3200 se dedique justamente al deporte, a cualquiera de Concordia se lo digo: hay que seguir los sueños y no sólo con el deporte, con lo que estés estudiando, con lo que quieras recibirte, por lo que quieras trabajar. Hay que ir por ello y si surge la oportunidad de dar un gran paso, dalo.
Fuente: 3200, el código del deporte

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