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El Centro Comunitario Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás, más conocido como El Ombú por el barrio donde fue construido, forma parte de las instituciones que brindan contención social en los distintos sectores de la ciudad, como los centros Virgen Niña, Evita y próximamente Pancho Ramírez.

"Todo surgió por una promesa de un vecino, Hugo Bouchet, que donó la virgencita que está en la esquina con la intención de construir una capilla, pero después salió lo del centro comunitario porque el sitio era muy chico, entonces se empezó a construir el salón por un grupo de vecinos que tuvo la iniciativa de hacer beneficios con ayuda de la municipalidad que se sumó al proyecto", relata Susana Noir, vecina del barrio.

Cuando celebraron la primera década de trabajo en abril del año pasado, "hicimos un acto de reconocimiento para todos los vecinos que habían colaborado en los comienzos, cortamos una torta y el exintendente (Marcelo) Monfort nos regaló la heladera que estábamos necesitando. Los vecinos que primero estuvieron trabajando fueron Imelda Orcellet, don González y Fister".

En relación a las condiciones edilicias del lugar, describe que "cuentan con heladera, cocina, parrilla y mesas y sillas para 30 personas, porque se lo alquila todos los fines de semana para eventos sociales, como cumpleaños, bautismos y comuniones, a $400, al mediodía, tarde o noche".

También se dictan talleres municipales dependientes de Cultura y Deportes. "Están funcionando este año el de taekwondo, yoga, guitarra, corte y confección y dibujo y pintura para gente de todas las edades, pero las inscripciones se hacen en la municipalidad porque nosotros solo cedemos el lugar", explica sobre estas actividades educativas y recreativas.

Con respecto a las necesidades y los proyectos de la institución, "recién terminamos de arreglar las ventanas que estaban un poco deterioradas, porque todo lo que va haciendo falta se lo trata de poner y está en lindas condiciones el lugar. La idea siempre fue poder agrandar para que haya otro salón al lado y complete el espacio que está entre el centro y la gruta, pero el espacio no es muy grande y a la virgencita no la podemos sacar".

Con el dinero recaudado de los alquileres, cuenta que "lo depositamos en un comercio para ir financiando los materiales de una futura obra, pero de la mano de obra estamos muy lejos todavía. Igual en este momento los talleristas nos están pidiendo la instalación del gas natural para contrarrestar el frío, porque ya pasa la red por adelante y solo tendríamos que unirla al edificio, así que haremos algunas gestiones en la municipalidad para que nos ayuden con una parte".

Organización interna y apertura. "El centro depende de la parte social de la municipalidad, porque personería jurídica no tenemos y por lo tanto tampoco comisión directiva; somos solo un grupo de vecinos que tratamos de hacer cumplir la función social para un barrio como este y estando abiertos a los jóvenes para que se sumen con ideas nuevas o con cualquier inquietud, porque por ahí uno siempre está adentro y no se da cuenta de otras cosas que se pueden hacer", dice.

Quienes deseen contactarse con sus miembros para incorporarse a trabajar, alquilar el salón o compartir alguna sugerencia, pueden acercarse a la esquina de las calles El Ombú y Las Heras (donde se encuentra el centro) o dirigirse a la vivienda de Imelda Orcellet de Amarillo (lindante a la sede barrial).
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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