El episodio tuvo lugar en cercanías de la Isla de Hornos y se contabilizaron más de 100 bultos cuyo destino final era la exportación a la vecina ciudad de Paysandú, tratando de eludir los controles aduaneros.
Tras su apertura, encontraron mercaderías variadas; entre ellas, indumentaria, calzados, autopartes, herramientas de precisión, productos de talabartería, electrodomésticos y bijouterie.