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El líder del SPD, durante una reunión de su grupo.
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El líder del SPD, durante una reunión de su grupo.
La sección de Internacionales muchas veces se nutre de grandes crisis para sus historias. En ese sentido, esta semana ha sido relativamente tranquila, dominada sobre todo por las consecuencias de crisis pasadas. Por ejemplo, hasta celebrar las elecciones del pasado domingo, Alemania sufrió la crisis del partido de gobierno -la CDU-, dividido en torno a quién debía suceder a Angela Merkel como candidato de la formación. O las consecuencias del Brexit, cada día más palpables en el Reino Unido. En el horizonte apunta una posible crisis en el futuro, después de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) anulase algunos acuerdos con Marruecos y dar la razón al Frente Polisario.

Entre toda la selección de temas, las elecciones en Alemania destacan por su importancia, tanto por su trascendencia interna -las primeras elecciones sin Merkel, después de 16 años en el poder- como por su impacto europeo -la reforma de las reglas fiscales o la posición de la UE frente a China-. Ana Carbajosa lo resumía bien en el titular de la pieza en la que repasaba el legado de la canciller: "El adiós de Merkel deja a Alemania y a la UE ante un desafío inédito". Finalmente, como han venido informando Elena Sevillano y Luis Doncel sobre el terreno, el aspirante socialdemócrata, Olaf Scholz, se impuso a sus rivales, pero por un margen estrecho (25,7% frente al 24,1% de la CDU de Armin Laschet), por lo que deberá negociar con Los Verdes y los liberales del FDP para poder formar Gobierno.

No se espera una resolución rápida de las conversaciones. De momento, quienes ya han empezado a hablar son los dos partidos minoritarios pero decisivos, como dejaron claro en sus respectivas cuentas de Instagram con una foto del encuentro. Desde Bruselas, Guillermo Abril recordaba que la victoria de Scholz supone, además, un impulso renovado a la socialdemocracia europea y un giro al balance de fuerzas en la Unión.

Los efectos del Brexit. Otra de las historias que ha acaparado titulares durante la última semana -y seguirá haciéndolo durante bastante tiempo todavía- son los problemas del Reino Unido tras su salida de la UE. El cierre de fronteras a la inmigración y las dificultades burocráticas para trabajar en el Reino Unido han pasado factura y esta semana se ha agudizado la escasez de gasolina ante la falta de camioneros para transportar el combustible. El corresponsal de EL PAÍS, Rafa de Miguel, ha ido contando las crecientes colas en las gasolineras para repostar, los planes del Gobierno de Boris Johnson de desplegar al Ejército para suplir la falta de transportistas e incluso cómo el líder laborista, Keir Starmer, ha aprovechado el congreso anual de su partido para lanzar un nuevo eslogan: frente al Get Brexit done (ejecutar el Brexit) de Johnson, Starmer plantea el Make Brexit work (hacer que el Brexit funcione).

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Un empleado guiaba a vehículos a la entrada de una gasolinera en Londres / Hannah Mckay (Reuters). Agrandar imagen
Un empleado guiaba a vehículos a la entrada de una gasolinera en Londres / Hannah Mckay (Reuters).
Los que parece que intentan reconducir su relación -y evitar nuevas crisis- son la UE y Estados Unidos, que han inaugurado un nuevo foro de diálogo sobre Comercio y Tecnología que intenta frenar la competencia de China en esos ámbitos, como contaba María Antonia Sánchez-Vallejo. Yo aporté mi análisis sobre lo que puede dar de sí el vínculo transatlántico en el nuevo orden geopolítico que se está perfilando y lo que realistamente no se puede esperar de esa relación.

El día a día en Afganistán. Mientras tanto, la vida bajo el nuevo régimen talibán sigue su curso, ahora con Luis de Vega informando desde Kabul tomando el relevo a Ángeles Espinosa, que mantuvo un encuentro con un grupo de suscriptores para analizar en qué situación política, económica y social queda Afganistán. Luis se ha acercado hasta el feudo talibán por excelencia, Kandahar, para conocer las raíces del movimiento y contar algunos hechos paradójicos a ojos occidentales. Como la historia que recoge del empresario Qari Gul Mohamed, que asegura que con los talibanes en el poder se siente más seguro. Antes de dejar el país centroasiático, Ángeles habló con un joven radicalizado, que durante 10 años espió para los talibanes pero que ahora, como muchos otros, busca huir del país.

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Motoristas en el centro de Kandahar, la segunda ciudad de Afganistán / Luis De Vega. Agrandar imagen
Motoristas en el centro de Kandahar, la segunda ciudad de Afganistán / Luis De Vega.
Tensión con Marruecos. El Tribunal de Justicia de la UE dio esta semana la razón al Frente Polisario y declaró nulos los acuerdos pesqueros y agrícolas de los Veintisiete con Rabat porque implican comerciar con productos del Sáhara Occidental y desplegarían sus efectos sobre un territorio que la comunidad internacional no reconoce como parte de Marruecos. Guillermo Abril desde Bruselas y Francisco Peregil desde Rabat contaban que la sentencia tiene el potencial de hacer saltar por los aires las relaciones entre la UE y Marruecos, pese a los estrechos vínculos que mantienen ambas economías. Más aún, el golpe jurídico de Luxemburgo llega en un momento crítico en las relaciones entre el país africano y España, con el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, tratando de recomponer los platos rotos en los últimos meses, como relataba Miguel González.

Para terminar, una conmemoración histórica, la del 80 aniversario de la matanza de Babi Yar, en otoño de 1941, cuando los nazis mataron en dos días a casi 34.000 personas cerca de Kiev. Cuenta Guillermo Altares que ese fue el punto culminante del llamado Holocausto de las balas, el asesinato de millones de personas, en su inmensa mayoría judíos, pero también gitanos, prisioneros de guerra o resistentes, fusilados junto a barrancos, en fosas comunes excavadas a toda prisa, en bosques o en descampados cerca de los núcleos urbanos en Ucrania. Uno de esos textos para no olvidar lo que sucedió bajo el nazismo y, por tanto, evitar que se repita.
Fuente: Alicia González para El País de Madrid (España)

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