Números en las 4 principales ciudades entrerrianas
En un contexto signado por la inflación, la devaluación y la caída del consumo, la mayor cantidad de despidos se verificó en el departamento Paraná (398). Pero no sólo se resintió el movimiento mercantil, ya que también sufrieron el impacto la construcción y la industria. Algo semejante ocurrió en Concordia, donde se oficializaron 329 despidos: 120 en el comercio, 50 en la construcción y 21 entre cosecheros. Y el mismo panorama se presentó en Uruguay y Gualeguaychú, donde se oficializaron 247 y 139 desvinculaciones, respectivamente.
La palabra desde ATER
“Hemos notado las dificultades en el sector comercial y es por eso que hace poco se lanzó un plan de regularización tributaria que tuvo muy buena respuesta”, precisó Javier Pereyra, director de Asuntos Jurídicos de la Administradora Tributaria de Entre Ríos (ATER).Esa iniciativa le posibilitó al fisco recaudar 190 millones de pesos entre junio y agosto. Para eso desde el Estado se ofreció la posibilidad de pagar al contado o bien mediante un anticipo y dos cuotas.
“Este plan de regularización de deudas surgió por decisión del gobierno provincial, que no hizo oídos sordos a los reclamos del sector, pero no salió como respuesta a un planteo formulado por alguna entidad en particular”, añadió Pereyra.
Además detalló que “en ATER se puso en marcha un plan de gestión de cobranza que se expresa otorgando todas las instancias posibles para que el contribuyente pueda pagar la deuda, lo cual hizo que se redujeran los casos de apremios judiciales”.
En ese sentido Pereyra reveló que “la actividad de los procuradores disminuyó un treinta por ciento porque se privilegió el ‘cobro dentro del organismo’, ya que el contribuyente tiene la posibilidad de hacer un plan de pago en cualquier momento, incluso si se le ha iniciado un juicio de apremio”.
Para contrarrestar el efecto que tiene la caída de la actividad económica, la provincia buscó ampliar la base tributaria, incorporando a sectores que no estaban alcanzados, como el del comercio electrónico.
El principal problema, según Apyme
Por su parte, el presidente de la Asamblea de la Pequeña y Mediana Empresa (Apyme), Rafael Vicentín, aseguró que “el principal problema que tenemos las pequeñas empresas es el brutal achicamiento del mercado interno y de la demanda, a partir de la caída del poder adquisitivo del salario”.En ese contexto el dirigente también reconoció otros problemas a los que se enfrenta el sector, como el incremento de las tarifas de los servicios públicos y el costo financiero, con tasas de interés que desalientan cualquier financiamiento a través del crédito bancario.
“Producto de la caída de las ventas comienza la dificultad para pagar los impuestos pero no podemos hablar de una mayor presión fiscal, entendida como la aparición de nuevos impuestos o que se esté exigiendo algo que no estaba previsto”, detalló Vicentín.
Sostuvo que “el Estado, que es la empresa más grande que tiene la provincia, también atraviesa por una situación difícil. Por eso la flexibilización de los apremios o del cobro de los impuestos atrasados es imprescindible, sobre todo si se considera la situación crítica en que se encuentran las empresas”.
De todos modos no se mostró muy confiado. “Los próximos meses van a ser peores. Esto es una tendencia que se ha venido verificando en la política nacional de 2015 para acá”, evaluó.
Y remató: “Nosotros dejamos de hablar de ajuste porque consideramos que hay una brutal transferencia de ingresos desde los asalariados y las pequeñas empresas hacia grupos concentrados de la actividad extractiva y exportadora, hacia los bancos y un selecto grupo de corporaciones que están capitalizando una política que los favorece ampliamente”.
