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En el mensaje del intendente de Colón acerca del “estado del municipio”, del cual hemos informado ampliamente, existe un acápite al que le asignamos una particular importancia, y al que pudo no habérsele prestado toda la atención que él merece, dada su importancia. Es cuando, al referirse al “empleo público”, algo que obviamente debe ser referido al “empleo municipal”, informa que: “Hemos firmado un convenio con la UTN de Concepción del Uruguay para trabajar en el reordenamiento del personal del municipio. Recientemente han ingresado pasantes de dicha universidad para estudiar los perfiles y los conocimientos de cada empleado, de manera de poder aprovechar sus capacidades de la mejor manera”.

A lo que se agrega que, en materia de “capacitaciones”, se han realizado “distintas capacitaciones a personal de Turismo, de Tránsito, y mismo se han realizado acciones para la formación de nuestros equipos profesionales de trabajo. Se ha hecho una inversión inicial en indumentaria de trabajo, y hemos acordado un plan para mejorar en este sentido. Tenemos una política de capital humano clara y firme, en respeto del derecho de los trabajadores y en el cumplimiento de las obligaciones de cada trabajador municipal y también de los funcionarios de este gobierno”.

Se trata de importantes decisiones, que independientemente del hecho que merecen ser destacadas de una manera encomiable, consideramos que a ese respecto podemos contribuir con nuestro aporte. Un aporte, admitimos, que no es otra cosa que una opinión profana, ya que no siendo especialistas en la materia, solo contamos con el auxilio del sentido común, el cual no siempre es infalible.

En primer lugar, advertimos que nada se dice -algo que no significa que no se haya contemplado- sobre una circunstancia que consideramos clave, atendiendo a la “abundancia” notoria del personal municipal.

Una cuestión a la que consideramos como primordial; dada la necesidad de comenzar partiendo por dejar establecida la “dimensión ideal” de una planta de personal municipal acorde a las funciones “actuales” a su cargo -remarcamos lo de actuales-, de manera que se ciña a lo indispensable para poder cumplirlas adecuadamente, sin transgredir los límites de una sobria economía de medios.

Concluida esa tarea, es fácil conocer que quedará en una medida que desconocemos, pero que de cualquier manera no se puede considerar menor, y como resultado de la misma una cantidad al momento imprecisa de personal en “situación de disponibilidad”.

Lo decimos de esa manera que no tiene nada de eufemística, porque no se trata de “prescindir” de nadie, “mandándolo a su casa”. Esa es nuestra manera de ver las cosas en esta difícil actualidad, que consideramos a estar a declaraciones anteriores de las actuales autoridades municipales, también su criterio.

Es por eso, ante ese “cuadro de situación” ya confeccionado, que como queda indicado, da cuenta de personal municipal en situación de disponibilidad, la manera de enfrentar el problema, se nos ocurre que no presenta otra alternativa que establecer nuevos servicios -o sea, una ampliación de los que actualmente se prestan, que la municipalidad local pueda asumir- que signifiquen un beneficio real para los vecinos, en cuanto redunden en una mejora de su calidad de vida.

Destacamos, a su vez, que nos abstenemos de avanzar siquiera en una ejemplificación conjetural de esa hipotética ampliación del número de servicios a prestar por la comuna, porque consideramos que es a las autoridades las que corresponde pronunciarse primeramente sobre el tema.
Pero de cualquier manera, ante lo dicho, ello significa que se haría necesario avanzar en dos tipos diferentes de “capacitaciones”. Una para quienes conforman la planta permanente, y otra indispensable para quienes estarán a cargo de los nuevos servicios.

Mientras tanto, se nos permitirá poner en cuestión la afirmación del mensaje que nos ocupa, referida al hecho que “se han realizado distintas capacitaciones a personal de Turismo, de Tránsito, y mismo se han realizado acciones para la formación de nuestros equipos profesionales de trabajo”. No porque pongamos en duda su realización, sino porque no podemos dejar de expresar que la misma, en el tiempo insumido para su realización, haya podido llegar a ser suficiente.

En tanto, no podemos dejar de señalar que la oportunidad resulta propicia para acabar con dos corruptelas en el ámbito municipal, cuales son las de los “contratos de trabajo”, figura notoriamente desnaturalizada en el plano de los hechos; y el acceso sin concurso previo a los cargos municipales. Todo ello con el objeto de erradicar ese tipo de prácticas, que conspiran ambas contra lo que debe considerarse una administración pública eficiente.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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