El establecimiento se encuentra ubicado en la localidad de San José, a 3 kilómetros de la ciudad de Colón.
En homenaje a su historia, hoy son protagonistas de la sección "Recorriendo nuestras instituciones".
En el presente ciclo lectivo la matrícula alcanza a 84 alumnos entre Nivel Inicial y Nivel Primario. Por tratarse de una escuela NINA, a contraturno asisten a los siguientes talleres: Acompañamiento al Estudio, Inglés, TIC, Deporte y Recreación, Arte y Reciclado, Teatro y Expresión Corporal, Folclore y Danzaterapia.
María Cecilia Moya, Daniela Inés Noir, Rosana Paz Villar, Leticia María Ewens, Silvia Ester Jannon, Fabiola Haydee Vitor, Gladys Adriana Luque, Cynthia Martinez, David Briñoli, Silvia Nair Forclaz, Delfina Ledesma, Belén Gómez, Rodrigo Valle, Sofia Otero, Nora Larroza, Graciela Valeria Nieto, Belén Margalef, Jesica Blanchet, Sheila Bordet, Eliana Blanc, Silvia Liand, Silvia Liand.
Los acompañan Delia Rotela, Mary Jacquet, Juan Carlos Jesús, Jorgelina Castro, cocineras y ordenanzas del establecimiento.
Fragmentos de una larga historia
Silvia Mercedes Chaulet, su directora, acerca a los lectores de El Entre Ríos parte de la historia de esta escuela, la cual transcribimos a continuación:
El surgimiento de nuestra institución no puede pensarse desligada de aquel proceso que se inició al fundarse la colonia agrícola en San José.
Junto a las costumbres que portaban los colonos, las cuales eran muy bien consideradas, el siguiente paso es la creación de las instituciones capaces de consolidar el proceso de organización que emprende Urquiza.
En esta dirección, es que en 1860, crea un Concejo de Instrucción Pública y encomienda a su dirección todo cuanto se refería a la organización, régimen y disciplina de las escuelas. Fue en este período cuando se concretó la creación de la primera escuela oficial en la Colonia San José.
El año 1870 tuvo gran trascendencia dentro de la educación entrerriana y particularmente para nuestra escuela, ya que por ley del 18 de marzo se declaró obligatoria en todo el territorio de la provincia, la concurrencia a las escuelas de los varones comprendidos entre los 7 y 14 años de edad y de las niñas de 6 a 12 años.
1917: un año emblemático
En el año 1917 a iniciativa del entonces Presidente de la Cámara de Diputados de Entre Ríos, Sr. Guillermo Ferrari, los colonos de esta zona adquirieron a la sucesión Micheloud el edificio y terrenos ocupados por la escuela y los donaron al H. Concejo Nacional de Educación. El mismo Sr. Ferrari redactó la escritura de donación. Años atrás, en 1893, Guillermo Ferrari formaba parte de los vecinos elegidos para formar el Concejo Escolar del distrito.
"Las clases comenzaron a funcionar ya como propiedad del Estado el 1º de Octubre de 1917, bajo la dirección de la Srta. Amalia Frei, único personal docente."
De acuerdo a los datos que arroja el título de la Escuela, con fecha de 19 de febrero de 1919, sabemos que la misma tiene una dimensión de 50 metros en cada uno de sus cuatro costados. Que linda al Norte y al Oeste con calles públicas que separan el terreno de Francisco, Rosa y Ana Micheloud; Sur y Este con el resto del lote 5 de Vicente F. Micheloud. A este vendedor le correspondió en mayor área por herencia de sus abuelos Antonio Micheloud y Ana María Raussig.
En dicho título se aclara "donación gratuita por el vecindario del lugar al Consejo Nacional de Educación". Los donantes figuran del siguiente modo: "Don Vicente F. Micheloud, don Raúl J. Christin y don José F. Blanc, en nombre de la comisión constituída al efecto". En los antecedentes del dominio se observa que todos esos terrenos pertenecían originariamente al Cap. Gral. Justo José de Urquiza.
En resumen, del título se extrae que del terreno lote cinco que pertenece a José Antonio Micheloud, éste le vende a los señores Vicente F. Micheloud, Raúl J. Christin y José F. Blanc, una fracción de la esquina Noroeste, forma cuadrada. Esta venta de terreno fue verificada con renuncia simultánea y a favor de los adquirientes por el precio de $200, moneda nacional de curso legal. Los propósitos que fundamentaron la compra se encontraban en la posterior donación al Consejo Nacional de Educación.
La comisión vecinal arriba mencionada, se había constituido ad-hoc a insinuación del diputado por el Departamento Colón, don Guillermo Ferrari, que fue quien corrió con las gestiones para la creación de la escuela de referencia. Los fondos con que se compró el terreno y se hicieron la casa-escuela y sus mejoras provenían del vecindario del lugar, ya como producidos por subscripciones voluntarias, ya como mano de obra prestada gratuitamente, donación de materiales y sus acarreos y ya como producidos a través de la realización de festivales a ese solo objeto.
A partir de entonces asistimos a la creación de la escuela como de propiedad estatal, asignándosele el Nº 61.
De escuela particular a escuela nacional
Es justamente en este año cuando se estima que comenzaron las clases en la que sería, años más tarde, Escuela Nacional Nº 61, y que a partir de 1978, cuando las escuelas nacionales son transferidas a la provincia se le otorga el número 69, que en la actualidad posee.
La Escuela Nº69 "Tierra del Fuego" se constituye en un principio como una escuela particular, como en la mayoría de los casos en nuestra región, en donde algunos vecinos imparten clases en sus propias casas o en algún espacio, la mayoría de las veces precario.
Esta escuela, una de las más antiguas del Departamento, contó con aquellas comisiones protectoras que impulsara Urquiza. Estas comisiones solían estar integradas por los mismos vecinos, tal el caso de Francisco Crepy, quien colabora activamente en el avance de la educación de la zona.
En octubre de 1874, la municipalidad de Colón le solicita a Crepy que determine donde establecer las escuelas de cada cuartel. En esta correspondencia se le informa que la municipalidad de Colón hará las gestiones para obtener de los respectivos propietarios la donación del terreno.
En el caso de esta institución, la misma se formó en tierras que pertenecían a la sucesión Micheloud, aledaña a la Administración de la Colonia, lugar donde el ilustre Alejo Peyret también impartía clases.
Así de a poco, fue surgiendo la enseñanza de las primeras letras, a iniciativa de algunos vecinos y con su sostén, las familias de los colonos pudieron integrarse y aprender. Fueron ellos los que donaron los terrenos y quienes levantaron los edificios que hoy permanecen con orgullo en la memoria y crean una identidad común.
El Padre Juan Pedro Pierre, nombrado en ese entonces por el Obispo de Paraná como capellán, fue el primer maestro de la Escuela. Sacerdote de origen francés, inició su ministerio en Colón en febrero de 1871.
Su actuación al frente de la capellanía destacó cuando en mayo de 1875 comenzó a realizar el censo por familias, de gran valor histórico y documental, pero que quedó inconcluso cuando en noviembre de ese año tuvo que abandonar el cargo. En los últimos años el Padre Pierre vivió muy pobremente, alojándose en un rancho, cedido por la familia Ballay en la Colonia San José.
No se sabe exactamente cuánto tiempo dio clases en la incipiente escuela. Pocos años después falleció como consecuencias de las quemaduras que le produjo el incendio de la choza en la que vivía.
Luego vinieron otros maestros, como el Sr. Juan Ballay y su hijo Pedro. Juan fue uno de los que en 1895, llevó a cabo el censo que se levantó el 10 de mayo de ese año, en 4º cuartel de la Colonia San José.
También dio clases doña Alejandrina Magnin, quien estaba casada con Francisco Micheloud, uno de los 11 hijos del matrimonio entre Antonio Micheloud (colono proveniente de Valais) y Ana María Raussig.
Según testimonios de los vecinos, Alejandrina habría sido una de las primeras maestras, lamentablemente debido al incendio que sufrió el primer edificio, no se cuenta con detalles más precisos de este período.
Durante algunas temporadas la escuela permaneció cerrada, pues no se reunían los fondos necesarios para pagar al maestro, que en ocasiones fue costeado por el vecindario y, a veces, por la municipalidad.
En el orden contextual, hay que recordar que la municipalidad de Colón, que en esos tiempos tenía bajo su órbita a la Colonia San José, comenzó a propiciar las subvenciones a las escuelas que estaban en proceso de formación y aquellas que estaban a cargo de particulares. Aunque en esta época los recursos del erario municipal se caracterizaron por ser generalmente muy escasos.
Una circular de septiembre de 1874 ilustra las acciones que se van llevando a cabo a fin crear la estructura de la educación en la zona, la misma manifiesta "el deseo de la Municipalidad de Colón de que la Colonia San José aproveche los beneficios ofrecidos por la ley nacional sobre educación, para lo cual se acordó el nombramiento de una comisión en cada cuartel de la colonia encargada de reunir fondos entre los vecinos con el objeto de establecer una escuela por cada uno de los cuarteles".
Sin duda, 1874 fue un año importante para el desarrollo de la educación en nuestra zona, en ese mismo tiempo, la Municipalidad estatuye el art.1º de conformidad al art.25 de la Ley Orgánica de Municipalidades: un impuesto anual de 1 real fuerte por cada cabeza de animal vacuno o yeguarizo existente en el municipio. Este impuesto va destinado exclusivamente a la creación de un fondo para escuelas municipales.
En mayo de 1875 una carta de Miguel Sabatier, Presidente Municipal de Colón dirigida a Nicolás Avellaneda, entonces Presidente de la Nación, nos ofrece información acerca de los empeños por la educación. Sabatier hace especial referencia a las escuelas primarias de la Colonia San José:
"la vecina Colonia San José, tiene una población de 2900 habitantes (480 familias). Su extensión es de 9 leguas cuadradas.". Le solicita a Avellaneda, además de la subvención por ley, "una ayuda mayor para la construcción de escuelas en la colonia, puesto que hay solo dos".
Desde 1870 y durante los primeros 47 años, nuestra escuela fue sostenida de modo particular por los vecinos de la zona y con ayuda y subvenciones municipales cuando eso era posible (en el año 1900 la subvención municipal para las escuelas particulares era de $10).
Esta situación mutaría cuando, a partir de la iniciativa del escribano Guillermo Ferrari, se lograra la creación de la Escuela Pública Nº 61, Costa del Uruguay, Entre Ríos, que se ubicó a pocos metros de la primera escuela.
