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La historia de Carlos y Rosario comienza en San Jaime de la Frontera, donde ambos nacieron. Sin embargo, desde muy pequeños, por circunstancias de la vida, no se vieron más. Pero después de cuatro décadas se reencontraron cuando el Circo Rodas, en el que trabaja Carlos, desembarcó en Gualeguaychú.

Carlos Villalba trabaja hace más de 30 años en la industria circense, y ya había viajado en varias ocasiones a Gualeguaychú, pero nada le había indicado que su hermana pudiera vivir en la ciudad. Sin embargo, en esta ocasión fue distinta “Da la casualidad de que vine con el Circo Rodas y justo recuerdo el nombre del esposo de mi hermana y lo contacto por Facebook. Él estaba trabajando cuando le mandé el mensaje. Con un compañero nos encontrábamos en una estación de servicio tomando un café, cuando mi cuñado me dijo que mi hermana quería verme. Inmediatamente, me mandó un mensaje preguntándome dónde estaba y le dije. No sabía cómo iba a ser la reacción de ella, o la mía. La dejé de ver a los 4 años. Cuando la ví, me di cuenta que era ella”.

Sobre el encuentro, Rosario expresó: “Ha sido muy emocionante. He pensado tanto tiempo en él. Una siempre dice que las cosas siempre te llegan de buena manera. Ver esa emoción de haberlo visto. Los sueños se cumplen. Sabía que él andaba en un circo, pero jamás imaginé que llegaría tan cerca. Lo llame con la mente. Dios a veces nos pone a prueba, pero si uno tiene fe las cosas llegan. Yo me vine a Gualeguaychú a los 8 años con la familia de quien hoy es mi esposo. Lo que nos pasó solo se puede vivir, estar y disfrutarlo. Ese calor de hermanos, más allá de que no pudimos tener la infancia que hayamos tenido”.

El destino tomó cartas en el asunto e hizo de las suyas, ya que Carlos señala “Yo ya estaba por dejar el circo, da la casualidad de que el representante del circo me habla de que necesitaba mis servicios. Era como que algo iba a pasar. Acá en Gualeguaychú me paso de reencontrarme con Rosario. Le doy gracias a Gualeguaychú por ser un punto más de desembarco del circo. No estaba en el itinerario esta ciudad. Íbamos desde Concordia y luego a Buenos Aires”.

A los hermanos, aseguran, no les queda nada más que agradecimiento hacia la vida que los ha vuelto a encontrar y que los reúne después de 40 años. “De parte de mi hermana tengo una sobrina y de parte mía ella tiene sobrinos y nietos”, dijo él.
Fuente: Máxima online

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