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En el mes de enero, un productor agropecuario encontró en el departamento Paysandú, vecino a Colón, una extraña serpiente, a la que identificó como una crucera (o yarará). Por su particular coloración decidió conservarla con vida.

Así lo relató Irasema Bisaiz, de Alternatus, el criadero de reptiles que funciona en la ciudad de Piriápolis, adonde fue trasladado el ejemplar. “Su color es único en el mundo, porque ya se habían registrado animales albinos en Argentina de esta misma especie, que es crucera, o yarará grande, como le dicen también. Pero en Uruguay nunca se había presentado esta coloración tan amarilla”, indicó la experta.

Agregó que piensan que no se trataría del mismo tipo de albinismo que los ejemplares que se hallaron en Argentina “porque este animal tiene coloración oscura y en el albinismo esa coloración oscura no existe, porque la mutación que tienen los genes no les permite procesar esta melanina que les da el color oscuro entonces por eso es una novedad”.

Bisaiz indicó que, a pesar de que la especie es abundante en nuestro país, “este color es totalmente inusual, por lo menos no hay registros de un animal parecido en toda la historia”. Sí existen, en cambio, “comentarios de gente que dice que vieron cruceras claras o amarillas, pero este sería el primer registro que se tiene de de esta condición en esta especie”.

También manifestó su sorpresa porque la hayan conservado con vida, algo que atribuyó a esta peculiaridad. “Un animal realmente extraordinario, su color inusual literalmente le salvó la vida”, expresó. Es que la persona que la encontró dijo haberse dado cuenta de que se trataba de una crucera, una de las especies peligrosas que habitan en el país, y que él mismo suele matar cuando las encuentra, “pues el vela por su ganado, por sus animales, y ya había tenido pérdidas y animales que la habían pasado mal, mordidos por cruceras; pero le llamó mucho la atención que fuera amarilla y le pareció que era un animal muy especial, entonces buscó que alguien la tuviera y la cuidara”. Es, dijo, “una historia muy linda, porque te da esta realidad de la gente que está en el campo, conviviendo con la fauna silvestre y que mucha mucha gente es realmente ‘bichera’ y tienen estas estas gentilezas con animales que consideran especiales”.
Fuente: El Telégrafo

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