La convocatoria con banderas y carteles tuvo lugar este sábado en la plazoleta ubicada en la prolongación de Avenida Urquiza y Boulevard Churruarín -en inmediaciones al edificio de la Escuela Normal-, donde se plantó un ejemplar de lapacho amarillo en su memoria.
La familia denuncia que Gustavo fue golpeado brutalmente y, en simultáneo, tuvo un cuadro de gripe A que le provocó una neumonía bilateral: con sus pulmones y riñones comprometidos, luchó durante 15 días en terapia intensiva, hasta fallecer el pasado 25 de julio. A casi dos meses del lamentable desenlace y sin avances en la investigación a cargo de la Unidad Fiscal de Colón, la actividad buscó recordar al docente y, a la vez, mantener el caso en agenda.
Familiares y amistades tienen la palabra
Varias personas hicieron uso de la palabra en un micrófono abierto tras la plantación del árbol, evocando la calidad humana de Orcellet y reiterando el pedido de justicia.Marlene Pirolla, una sobrina, destacó su amor e incondicionalidad en los peores momentos. “Alguien que pensaba en uno y te priorizaba en cualquier circunstancia”, mencionó entre otras cualidades de quien definió como “un ser de luz, lleno de amor para dar, sin esperar nada a cambio”. “Solo pedimos justicia porque nos duele tu dolor y porque fue muy injusta tu partida, ya que te arrebataron la vida que tanto amabas”, manifestó.
Claudia Orcellet, una de sus hermanas, agradeció el acompañamiento de los presentes: “A Gustavo le arrebataron la vida injustamente, por eso lo único que pido es que se haga justicia, que se sepa la verdad y que este caso no quede impune. Que podamos, entre todos, seguir haciendo esto para que él descanse en paz”. Luego, repitió una y otra vez el pedido de “justicia”.
Finalmente, otro sobrino suyo, Paul Pirolla, solicitó que “la justicia se saque la venda de los ojos” y que “quien sepa algo, hable”. “Cuando comenzó esta situación con mi tío se comentaban un montón de cosas, pero desde el desenlace hubo silencio y eso es raro y duele tanto como la partida de Gustavo”, concluyó, insistiendo en el pedido de justicia “porque hay una familia y una comunidad que necesita saber qué pasó”.
El caso, día por día
Trazando una línea de tiempo, sus deudos reprodujeron cómo se dieron los hechos día por día, hasta el lamentable deceso de Gustavo Orcellet.1- Porque (palabra de médicos de Terapia Intensiva del Hospital San Benjamín de Colón, en algunos de los partes diarios que mis hijos recibieron) los músculos se rompen ante los traumatismos (golpes), el cuerpo libera una enzima denominada CPK en niveles muy altos hacia el torrente sanguíneo y ésta tapa los poros de los riñones, complicando o anulando su función.
2- Porque Gustavo no pudo pedir ayuda y eso hizo que su cuadro de gripe y los efectos de la golpiza avanzaran peligrosamente. ¿Por qué no pidió ayuda? Creemos que muy probablemente haya sido amenazado. Quien pega de la manera que le pegaron a él, es capaz de todo.
Tampoco podemos precisar cuánto tiempo pasó en su casa, con una gripe en curso, golpeado, sufriendo y deshidratándose. Pero sí sabemos que ese lapso de tiempo sin poder pedir ayuda lo condicionó y lo agravó todo.
Golpes, internación y denuncia
Gustavo Julio Orcellet ingresó al Hospital San Roque de Villa Elisa el miércoles 9 de julio por la mañana (no el 11 de julio como expresa el informe de Fiscalía). Mi hijo lo llevó porque lo encontró en su casa, muy golpeado y débil, según Gustavo porque se había caído. Fue inmediatamente internado con suero y luego fue trasladado en ambulancia a Colón, donde le hicieron tomografía de la cabeza y radiografías de rodillas y codos.
Que las lesiones fueron “leves” significa que no llegaron al punto de causarle fracturas u otros daños aún peores, pero lo que recibió fue una golpiza.
Gustavo tenía hematomas en la cara (el ojo izquierdo completamente morado y cerrado y el derecho morado y apenas abierto por la inflamación), y hematomas en distintas partes del cuerpo. Esto es tan real que los mismos médicos que lo atendieron en el hospital San Roque de Villa Elisa nos recomendaron que hagamos la denuncia, porque las lesiones que tenía no eran de una caída sino de golpes que había recibido. Y lo mismo opinaron el jefe y otros médicos de Terapia Intensiva del Hospital San Benjamín de Colón. O sea, hay muchos testigos de cómo estaba él en esos primeros días y es obvio que esos hematomas (por lo menos los de su rostro) fueron desapareciendo o aliviándose en las dos semanas que pasó en terapia.
La denuncia fue radicada en la comisaría de Villa Elisa ese mismo miércoles 9 de julio en horas del mediodía, y fue ampliada el viernes 11 de julio.
El cuadro se complicó
El mismo 9 de julio por la noche lo volvieron a traer al hospital de Villa Elisa (siempre en ambulancia y con suero), donde quedó en observación hasta el día siguiente.
El jueves 10/07 alrededor de las 7 le tomaron muestras de sangre y al cabo de unas horas el cuadro ya era diferente. Habían detectado que tenía insuficiencia renal y complicación hepática, por lo que alrededor de las 14.30 fue trasladado en ambulancia hacia Colón, donde le volvieron a hacer tomografías en su cuerpo (esos profesionales también son testigos de las lesiones que tenía), y en horas de la tardecita fue ingresado a terapia intensiva.
De allí no salió más, necesitando a partir del día siguiente ser intubado y asistido con respirador debido a la insuficiencia respiratoria que presentaba.
El viernes 11 de julio le confirmaron a mis hijos que su papá tenía Gripe A y que eso estaba provocando la complicación respiratoria. A partir de entonces estuvo en coma inducido y uno o dos días después comenzaron a hacerle diálisis, por la severa falla renal.
Árbol como símbolo
Hijos, hermanos y sobrinos, junto a las amistades más cercanas a Gustavo, fueron los encargados de plantar el árbol.El lapacho amarillo es una especie nativa que significa “espiritualidad a la luz, fuerza interna, resiliencia y esperanza, ya que su floración al final del invierno anuncia el fin de la adversidad y la llegada de la renovación”, según se explicó durante el acto.
Inspirada en el significado del árbol -“fuerte y floreciente, incluso en momentos difíciles”-, la familia Orcellet lucha por esclarecer quién estuvo detrás de la golpiza y que se haga justicia.